sábado, 25 de febrero de 2012

Napoleón en el cine

"N" Napoleón y yo
Sipnosis: en la Isla de Elba, 1814. Martino (Elio Germano), un joven profesor idealista está enamorado de la hermosa baronesa Emilia (Monica Bellucci). En 1814, Napoleón (Auteuil) se ve


obligado a abdicar y es desterrado a la isla de Elba. Una vez allí, le ofrece a Martino el puesto de 


bibliotecario. Es la oportunidad que el joven esperaba para matar al emperador y vengar la

muerte de miles de jóvenes soldados. Pero, para su decepción, Napoleón ya no es lo que era.


Director: Paolo Vírzi
actuación:Daniel AuteuilElio GermanoMonica BellucciOmero AntonuttiVittorio Amandola,Francesca InaudiSabrina ImpacciatoreValerio MastandreaMassimo CeccheriniMargarita Lozano.
Año:2009
Trailer: "N" Napoleón y yo

viernes, 24 de febrero de 2012

Napoleón en el cine

La vida de Napoleon ha sido muy atractiva para los cineastas de las grandes peliculas y famosos que hay son:
"Los fantasmas de Goya"
La historia es narrada a través de los ojos del gran artista Francisco de Goya . La trama se desarrolla durante los últimos años de la Inquisición, continúa con la invasión del ejército de Napoleón a España y finaliza con la derrota de los franceses y la restauración de la monarquía española, lograda por el poderoso ejército de Wellington.
Director:Milos Forman.
Actuación:Stellan Skarsgård, Nathalie Portman y Javier Bardem.
Trailer: los fantasmas de Goya
 Año: 2006































Muerte de Napoleón Bonaparte

Napoleón, quien nació el 15 de agosto de 1769, gobernó Francia desde el final del siglo XVIII y hasta los primeros años del XIX. Conquistó gran parte de Europa, pero fue finalmente derrotado en la batalla de Waterloo en 1815. Los británicos lo exiliaron entonces a la isla de Santa Elena, en el sur del Océano Atlántico.
Antes de morir, el 5 de mayo de 1821, escribió unas memorias, el Memorial de Santa Elena, en las que se describió a sí mismo tal como deseaba que le viese la posteridad. Ésta aún no se ha puesto de acuerdo sobre su personalidad mezcla singular del bronco espadón cuartelero, el estadista, el visionario, el aventurero y el héroe de la antigüedad obsesionado por la gloria.
 Aunque se rumorea sobre su muerte si fue un asesinato o muerte natural:
análisis también refuta los rumores de un envenenamiento progresivo con arsénico. (En 1961, se encontró un elevado nivel de arsénico en cabello tomado de Napoleón, lo que inspiró rumores de un envenenamiento con esta sustancia).
El análisis apunta a la hemorragia gastrointestinal como la más probable causa inmediata de muerte.
Este análisis sugiere que, incluso si Napoleón hubiese escapado o hubiera sido liberado de su confinamiento en la isla, su condición terminal hubiera evitado que ejerciera un papel importante en la historia posterior de Europa. Incluso hoy, con la disponibilidad de sofisticados métodos de intervención quirúrgica y quimioterapia, los pacientes con cáncer gástrico tan avanzado como el de Napoleón tienen pocas esperanzas.

sábado, 14 de enero de 2012

La revolución y los derechos de la mujer


Aunque antes de la revolución hubo mujeres que desde una posición individual plantearon reivindicaciones en pro de la igualdad femenina (un ejemplo es la ilustrada española Josefa Amar con sus libros Importancia de la instrucción que conviene dar a las mujeres (1784) o el Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres (1769)), hubo que esperar a la Revolución Francesa para que la voz de las mujeres empezara a expresarse de manera colectiva.

Entre los ilustrados franceses que elaboraron el programa ideológico de la revolución destaca la figura de Condorcet (1743-1794), quien en su obra Bosquejo de una tabla histórica de los progresos del Espíritu Humano (1743) reclamó el reconomiento del papel social de la mujer. Condorcet comparaba la condición social de las mujeres de su época con la de los esclavos.

Tras el triunfo de la revolución en 1789 pronto surgió una contradicción evidente: una revolución que basaba su justificación en la idea universal de la igualdad natural y política de los seres humanos ("Liberté, Egalité, Fraternité"), negaba el acceso de las mujeres, la mitad de la población, a los derechos políticos, lo que en realidad significaba negar su libertad y su igualdad respecto al resto de los individuos.